“Esto es una mierda”
Eso fue lo que me dijo una amiga cuando intentó encontrar proyectos que les permitieran trabajar y cuidar a sus hijos a la vez.
Si es lo que tu también quieres, deja aquí tu email.
Alicia dejó su trabajo cuando nació el mayor.
Trabajaba de administrativo en una empresa de telecomunicaciones en Valencia y había días que cuando terminada su jornada laboral eran horas de ponerlo para dormir.
No recuerdo el tiempo que tenía Marc cuando Alicia dejó su trabajo, pero debería tener sobre los 3 años.
Alicia se quedó embarazada al poco tiempo de casarse y aún no se habían acostumbrado a la vida en pareja cuando todo volvió a cambiar.
No digo que Marc no fuera un niño deseado, pero fue un regalo inesperado.
A los 6 meses Alicia tuvo que reincorporarse a su puesto. Y fueron 6 meses porque empalmó todo lo que pudo: vacaciones, lactancia, permisos que tenía en la empresa, …
El primer fin de semana después de reincorporarse, me acuerdo que no paraba de llorar.
Se sentía una mala madre.
Creo que por esas fechas empezó a seguir los perfiles de Laura Baena, la mala madre superiora jajaja.
Yo la entendía perfectamente. Me había pasado lo mismo unos meses antes, cuando dejé mi trabajo para centrarme en mis mellizas.
No quería decirle nada porque yo había encontrado un trabajo que me permitía compaginar vida familiar y laboral.
Yo empecé a teletrabajar en el 2015, para una empresa alemana.
Otras costumbres y otras ideas cuanto al tema de la maternidad y la conciliación.
Pero me sentía mal por ella.
Ella siguió en el puesto unos meses más.
Hasta que en 2016, su hijo no paraba de ponerse malo. Faltaba al trabajo por llevarlo al médico cada dos por tres.
Un día, al llegar al trabajo, su jefe la llamó al despacho.
“Alicia, sintiéndolo mucho, tenemos que finalizar nuestra relación laboral. Tus resultados han bajado mucho y desde la dirección de la empresa lo han decidido así.”
Su mundo se desmoronaba.
Llamó a su marido llorando y se fue a casa.
No se portaron mal con el tema del finiquito y demás, pero ella se sentía traicionada.
Estuvo unos meses en paro, pero cobraba mal y una amiga le aconsejó ponerse de autónoma para trabajar unas horas por la mañana picando precios en supermercados.
Seguía haciendo muuuuchas horas y ahora estaba trabajando de autónoma. Tenía lo malo de los 2 mundos.
Hasta que llegó la pandemia y se queda embarazada del segundo.
No podía trabajar, ya no tenía derecho a paro porque se había puesto de autónoma y con un niño pequeño y otro en la tripa…
Buscaba proyectos para hacer desde casa, pero o eran en inglés, o pagaban mal, …
“Esto es una mierda” me decía.
Fue entonces que decidió apostar por mi oferta.
Ella había hecho alguna formación como copywritter y yo trataba con muchas empresas a diario y tenían mucha confianza conmigo.
Cuando tenían un trabajo de copy me llamaban y yo le pasaba el proyecto a ella.
Los clientes se acostumbraron a llamarme siempre que tenían proyectos, aunque no fueran de lo mío o de copy.
Por eso nace esta web. Porque ninguna de las 2 podíamos abarcar todos los proyectos que nos pasaban y decidimos compartirlos con otras madres que estuvieran en la misma situación.
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